Se denominan vivaces aquellas plantas herbáceas cuyas matas duran varios años en el terreno; es decir, que cada año, en otoño, sus ramas se secan y vuelven a retoñar en primavera, quedando la raíz viva en la tierra durante el invierno.
Las plantas vivaces son importantísimas en la decoración moderna de jardines y terrazas, debido a su fácil cultivo y a las numerosas especies que poseen, con diversas alturas, color de flor y follaje, que responden a las necesidades y exigencias de la jardinería actual.
En ocasiones, el problema no reside tan sólo en elegir la especie apropiada sino también en decidir entre sus múltiples variedades.
Considerando su porte, algunas variedades son pequeñas o enanas, ya que no sobrepasan algunos centímetros de altura; sin embargo, otras pueden llegar a medir los 200 centímetros de altura. En cuanto a su época de floración, la mayoría de las vivaces alcanzan su mayor esplendor desde primavera hasta otoño. Su floración, escalonada y de variados colores, permite tener un jardín nuevo en cada fase de su desarrollo.
Las plantas vivaces alcanzan su máximo desarrollo después de algunos años; y algunas especies de este género, a partir del segundo o tercer año, crecen gradualmente invadiendo los terrenos donde viven otras plantas. Por ello es conveniente plantarlas dentro de un marco adecuado y con un emplazamiento limitado. La equidistancia de la plantación viene dada por su desarrollo, que varía desde los 20 hasta los 75 centímetros o más.
La mayoría de estas plantas no exige un terreno determinado, aunque se desarrollan bien en suelos frescos, profundos y rico. Los terrenos muy arenosos deben complementarse con tierras que les den consistencia; por el contrario, los arcillosos se enmendarán con arena. Disponiendo de una buena tierra, no son necesarios los abonados frecuentes; basta con uno inicial en primavera, cuando las plantas retoñan. El abonado debe realizarse con mucha atención, ya que el nivel de nitrógeno tiene que ser bajo, para exitar el exceso de follaje y la disminución de la producción de flores.
DESCRIPCION
Oriunda de la Europa meridional, esta planta vivaz puede alcanzar de 50 a 100 centímetros de altura. Sus hojas, perennes, son anchas, lobuladas y de color verde intenso y brillante. Florece, entre los meses de junio y agosto, con flores de color blanco liláceo, que están reunidas en largas espigas de 100 a 150 centímetros de altura. Las dos especies más importantes son: Acanthus spinosus, muy popular debido a su rusticidad. Sus hojas espinosas están profundamente divididas. Las espigas florales miden de 80 a 130 centímetros. Es muy resistente al frío. Y Acanthus latifolius, con hojas más anchas que la anterior y de color verde oscuro brillante. Sus flores son de un tono más oscuro.-Todas estas especies pueden reproducirse, mediante semillas, entre los meses de mayo hasta julio, o también multiplicarse por esquejes de raíz o separando los retoños que nacen del pie, durante la primavera. Se trasplanta con facilidad.
CUIDADOS
Tierra Requiere suelos sanos, ricos en humus y arcillosos. Como esta planta se pudre con facilidad, no soporta los suelos húmedos y necesita vivir en tierras ligeras y bien duraderas.
Riego Frecuentes durante la época estival, pero reducidos en invierno.
Situación Debido a su rusticidad, acepta exposiciones sombreadas en sotobosques o bien lugares soleados v resguardados.
Temperatura Precisa climas templados. En zonas continentales debe estar protegida del frío durante el invierno.
Utilización Como su mayor atractivo reside en el colorido de sus hoias, es muy empleada para formar grupos, macizos o como planta aislada en los céspedes. Su cultivo es adecuado en macetas.
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